lunes, 24 de noviembre de 2008

T-Model Ford - Pee-wee Get My Gun


No cogiste una guitarra hasta los 58 años. ¿Qué te llevó a hacerlo a esa edad?

La mujer con la que estaba casado entonces me la compró por mi aniversario. No sabía nada de guitarras, así que le dije "¿por qué te has gastado mi dinero en algo como esto?". La escondí debajo de la cama y me olvidé de ella hasta que una noche llegue a casa y me encontré a mi mujer en el coche con los niños y su madre. "James te dejo", me dijo. Como ya se había ido otras veces, le contesté "si es lo que quieres me parece bien", y entré en casa. Me senté y vi la guitarra bajo la cama. La cogí, fuí a por el amplificador, lo enchufé todo del modo que creía que funcionaba, golpeé las cuerdas...nada. Cambié la posición de los botones del amplificador y la golpeé otra vez...nada. Descubrí los potenciadores de la guitarra, los giré y, esta vez sí, al golpear la guitarra escuché algo y me gustó como sonaba. Entonces vino mi vecino. Le enseñé donde guardaba el aguardiente y le pedí que trajera un poco. Por aquel tiempo no bebía demasiado, sólo una cerveza o aguardiente de vez en cuando. Empezamos a beber, y yo seguía tocando la guitarra, me sentía bien. Antes de que nos dieramos cuenta, empezó a llegar gente del café de al lado para ver qué pasaba, y empezaron a bailar y a beber. Y he sido un chico malo desde ese momento. (Fragmento de la entrevista a T-Model Ford en el nº 213 del Ruta 66)

Poco más que añadir para definir a este octogenario bluesman, analfabeto, mujeriego y ex-preso. A quien le guste el blues puro que no pierda la oportunidad de escuchar este disco.



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