Aviso a navegantes: este disco no está hecho para aquellos que suelen alimentarse de rock bajo en calorias. Aquí encontrareis lo equivalente a un buen chuletón grasiento con patatas fritas, acompañado todo ello de una buena jarra de cerveza. Así que a los adictos a los yogures desnatados y las ensaladas de brócoli, advertirles que si se atreven a hincarle el diente a tan suculento plato, tengan a mano la pastillita de Almax por posible ardor de estomago.
Dejando a un lado este simil gastronómico, hacía tiempo que no caía en mis manos un artefacto tan inflamable como este. Rock' n' roll acelerado, envuelto en tanta distorsión que te hará sangrar por los oídos. Para que te hagas una idea, es como si a los Guitar Wolf les diera por versionear a Jerry Lee Lewis o a Little Richard.
Centremonos un poco. Uno de los puntos fuertes del disco son esos teclados endiablados que acompañan todas las canciones. También es de agradecer que dure poco más de media hora, ya que de durar más, se haría algo cansino. En su contra está la producción. Pienso que estas mismas canciones con un poco menos de distorsión hubieran ganado mucho. A pesar de este pequeño lunar, me parece un disco brillante, y un serio candidato para estar entre lo mejor de este 2009.
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